Sabemos que la ciencia avanza, que hay cada vez más y mejores
tratamientos médicos y que la curación y superación
del cáncer es cada vez mayor.
Esto es muy positivo y muy valioso, pero debemos acompañar esta
información y avance médico con información complementaria respecto a las
emociones, a la mente, y al ser humano de forma global que nos ayude a potenciar el beneficio de estos tratamientos.
La enfermedad genera dolor y sufrimiento; es inevitable sentir miedo,
incertidumbre, confusión, culpa, malestar emocional, rabia, tristeza,
soledad, apatía, dificultad de comunicación con nuestro entorno, y otras
reacciones en función de cada persona.
Cada uno tenemos unas necesidades y experiencias de vida diferentes que
nos hacen vivir la enfermedad de forma
diferente.
Vivir y sentir estas
emociones es normal, somos humanos.
Normalizar estas
emociones y sentimientos nos ayudará a aceptarlas y así aprender a manejarlas
en nuestro beneficio.
Las emociones nos ayudan a vivir y a decidir, por
eso debemos fomentar y promover emociones positivas.
Es muy importante tener en cuenta también que no a todos nos afecta la enfermedad de la misma manera,
y en este sentido también hay que tener en cuenta diferentes factores como
personalidad, competencias y recursos personales de adaptación, apoyo percibido
del entorno, historias previas de enfermedad o acontecimientos vitales estresantes,
actitud, creencias, valores culturales, éticos, espirituales o religiosos etc.…
Cuando de repente nos vemos metidos en todo este caos emocional y vivencial, al principio nos vamos a sentir
bloqueados y con mucha dificultad para asimilar todo lo nuevo que acontece, es
normal.
Por eso, es importante aprender a buscar y pedir los apoyos que cada uno
considere necesarios: familia, amigos, profesionales competentes y personas que puedan
acompañarnos en el camino de la recuperación, donde probablemente habrá que
saltar o rodear muchos obstáculos con el objetivo final de curarnos física y
emocionalmente para lograr el proyecto vital que cada uno se plantee para sí mismo.
http://www.oncoestetica.es/blog/index.php/2015/03/31/el-cancer-afecta-a-nuestras-emociones/sonrie-al-cancer/
LOS CUIDADOS DURANTE EL TRATAMIENTO...
Cuidados estéticos durante
el tratamiento...
Durante los tratamientos, puedes hacer algunas cosas para cuidar tu estética.
Durante los tratamientos, puedes hacer algunas cosas para cuidar tu estética.
Tendrás que cuidar tu
pelo, tu cabeza, tu piel, tus manos, cejas, pestañas y también tendrás que
tener un cuidado especial con tu higiene.
Si has perdido el cabello
y usas una peluca, te recomendamos el correcto uso de la prótesis y el
mantenimiento de la misma con productos adecuados.
Se desaconseja el uso del
pegamento en las prótesis capilares. Se deben evitar pegar, siempre que sea
posible, con sustancias adherentes, aunque sean de uso específico para
posticería (al menos pegar la menor superficie posible y durante el menor
tiempo), por la agresión que se produce en la piel. De esta forma disminuye el
riesgo de heridas.
En caso de necesitar
sujeción de la prótesis capilar, para tu mayor seguridad, ésta debe ser
puntual, a ser posible con adhesivo y no con pegamento líquido, abarcando la
menor zona posible. Ha de retirarse cada día, y siempre mejor diluyendo con
agua la goma del adhesivo. Inmediatamente después, aplícate una buena crema
hidratante en la zona.
En todos los casos, el
cuero cabelludo necesita hidratación, ya que es una piel finísima, muy sensible
(sensibilidad que se agrava con el tratamiento en sí) y que nunca ha estado
expuesta directamente al aire y a la acción solar. Esta hidratación se podrá
hacer tanto en un centro como en casa, con los productos adecuados.
Si llevas la cabeza
cubierta (con gorro, pañuelo o peluca), con la hidratación es suficiente; si
no, necesitarás protección solar, al igual que en el rostro.
Durante los tratamientos
de quimioterapia, puedes estar más sensible a productos que antes no te
producían ninguna reacción (cremas, perfumes, desodorantes, cosméticos...).
Es conveniente realizar un análisis de la piel y, si no lo hiciste antes, sustituir o incluir nuevos productos más hidratantes y específicos, a ser posible sin perfumes, sin conservantes ni aditivos.
Los tratamientos corporales de cabina se desaconsejan de forma general, y sólo se pueden realizar con la previa autorización del oncólogo.
Es conveniente realizar un análisis de la piel y, si no lo hiciste antes, sustituir o incluir nuevos productos más hidratantes y específicos, a ser posible sin perfumes, sin conservantes ni aditivos.
Los tratamientos corporales de cabina se desaconsejan de forma general, y sólo se pueden realizar con la previa autorización del oncólogo.
Existen tratamientos
relajantes que se pueden realizar, siempre y cuando no se introduzcan aceites
esenciales ni otras sustancias que pudieran penetrar a través de la piel y
pasar a la sangre.
En ningún caso se pueden
realizar depilaciones, peelings, drenajes linfáticos (salvo en caso de
“lindefema”), micropigmentaciones, ni tatuajes.
También se desaconseja totalmente el uso de pestañas postizas, porque el pegamento es irritante, puede entrar dentro del ojo y provocar alergias. Puede ocurrir también que al tratar de desprenderlas, la piel esté tan sensible que se pueda dañar tras quitar el pegamento.
Tampoco se recomienda maquillar las pestañas porque puede acelerar el proceso de caída (por el peso y la tirantez).
También se desaconseja totalmente el uso de pestañas postizas, porque el pegamento es irritante, puede entrar dentro del ojo y provocar alergias. Puede ocurrir también que al tratar de desprenderlas, la piel esté tan sensible que se pueda dañar tras quitar el pegamento.
Tampoco se recomienda maquillar las pestañas porque puede acelerar el proceso de caída (por el peso y la tirantez).
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